martes, 17 de marzo de 2015

Día 2 Lluvia de esperanza



 Me ha tocado hoy trabajar en el Hogar. Lo primero que he hecho es jugar al fútbol. Les encanta jugar. Sus miradas lo dicen todo. La felicidad invade su corazón y quita la tristeza. Los niños también han invadido el mío, y lo han conseguido. Algunos no se han separado de mí en todo el día: me besaban, agarraban, se tumbaban conmigo,...  Es tan grande su belleza, inocencia, curiosidad... que no puedo parar de pensar en ellos. No puedo comprender cómo viven esa vida que no merecen. Se han ganado mi corazón. Por otro lado, en las Adoratrices, he podido comprobar la labor social a favor de la mujer que ellas realizan: cómo las cuidan, les dan una formación...

Gonzalo Nogales







Hoy en las Calcutas he sentido varias emociones: amor, cariño, solidaridad y sobre todo he sentido lástima y alegría a la vez. Lástima por los niños porque cómo unos inocentes niños pueden estar en esas condiciones que no se merecen. Lástima por la desesperación de sus madres por no saber qué hacer. Y alegría en los momentos que sonreían, tanto los niños como las madres, porque a pesar de todo, siempre tienen una sonrisa para tí. Pero por mucho que escuches y veas imágenes sobre esta vida, sobre los niños pobres, las familias,... Hasta que no lo sientes no te metes en su piel, no sabes, bueno no te imaginas por la injusticia que están pasando. 

Laura De Cia


Mi providencia y tu fe mantendrán la casa en pie





Hoy ha sido mi segundo día en Adoratrices, y sin duda me sorprende cada vez más el amor, el cariño,... que muestran tanto a las madres y sobre todo a esos bebés que viven en condiciones infrahumanas. Hacen una gran labor sin duda. Hoy me ha llenado el corazón lo que nos ha contado la hermana Remedios, de cómo llegó y cómo dio su vida a los demás. A día de hoy admiro y envidio a las personas que voy conociendo. Sin duda un día irrepetible.

Elisa Gómez











No hay comentarios:

Publicar un comentario